Libros que llegan de noche









Todavía recuerdo cuando al despertar,
encontraba un libro
sobre la colcha de la cama,
precisamente en ese lugar
donde los pies aún no me llegaban,
sabía que papá volvía de algún viaje.

Y si oía del hablar del regreso
pensaba en el libro
y todo eso
¿y está vez de que será?
¡la mañana me lo dirá!

Abecedario ilustrado,
¡cuántas veces ojeado,
calcado o copiado!
cuentos con dibujos,
o de letras abigarrados;
Releídos, contados
e imaginados;
Después tantos otros
en veranos y otros ratos,
autores, títulos buscados
o encontrados;
biblioteca descubierta
de la mano de mi hermana,
letra impresa que penetra
con ninguna desgana.

Las mil y una noches,
primer libro de mayores,
y tantos otros títulos y autores
desde la colcha infantil
hasta aquí.




Aniversario


Escribeme un verso
que tenga treinta y ocho años...
Y cogí los días, y las horas que pasaron,
tan breves... que ayer era esta mañana
y ahora ya se hízo de noche.
Y quería decirte...
y nunca supe nada.

Escribir todo...
pero no cabía una vida tan apretada:
de ilusiones y gente,
de mañanas largas y tardes tranquilas,
de pesadas cargas...
de brillantes pupilas y lágrimas amargas,
de rozar el cielo y sentir el vapor del infierno,
de ambiciones por estrenar y de sueños realizados.

¡Quién me íba a decir
cuando soñaba la vida,
todo lo que íba a vivir...!
¡Quién me íba a explicar
uno a uno los días
que Tu me íbas a llenar!

El día que empecé a pensar



En silencio por fuera
oí mi voz dentro,
sorprendida del hallazgo
hice un nuevo intento
¡las palabras salen, pero no se oyen!
una nueva idea,
luego una frase;
ya se suelta el pensamiento
nadie sabe lo que cuento
ni tampoco lo que invento,
mi cabeza se emociona
miro a un lado
luego al otro
y nadie se da cuenta,
en este instante inmortal
he descubierto el rincón
de mi intimidad;
los sonidos se emiten
sin que mis labios se muevan
mi garganta está parada;
el descubrimiento es genial
la inteligencia se ha despertado
y el famoso uso de razón
ha comenzado a andar.

Cuando venga la muerte...



Cuando venga la muerte
ineludible a buscarme
quiero que me encuentre
bañada en una lluvia de buenas acciones,
quiero que sea un día lleno de luces y claros
sobre todo, dentro de mi corazón parado.
Se habrá detenido mi pulso,
pero que no se detengan las huellas
que en los demás he sembrado.

Ese día quiero saber llamar al corazón de Dios
y que se me abran, sus brazos, de par en par,
esos que tantas veces me han consolado
y me han ayudado a recomenzar.
Quiero ver las puertas hechas de perlas,
la ciudad permanentemente iluminada,
...a la gente que quiero
en una paz completa.
Sin miedos, sin inquietudes, sin dudas...
Quiero oir decir:
puedes pasar tranquila,
han servido tus buenas voluntades,
tus intentos, tus esfuerzos,
tu querer llegar un poco más allá, sin conseguirlo,
Todo valdrá,
si lo hicé por Ti
y me olvidé de mi.




La pasión de leer



No puedes vivir sin un libro
entre tus tareas pendientes,
Un libro o más y todos te tienen en vilo.
Pasar las paginas,
tirar del hilo
¡cuantos sentimientos se sienten!
Un libro te acompaña,
te espera y te enseña,
se mete en tu cabeza
y apila en tus adentros
ideas, miedos, tristeza...
ruidos, sueños, belleza...
palabras, frases, silencios.
Cada libro es un encuentro
de la intimidad del lector
con la del escritor,
y en esos diálogos ignotos
para uno y para otro,
¡cuántas confidencias!
cúantos buenos ratos
dentro otras inteligencias.





Motor propio


 


Si no sabes motivarte
y poner en marcha tu vida,
si te aplasta el cada día
¡Aprende a equivocarte,
es el principio de la filosofía:
los fallos son los peldaños
de la escalera de la vida!

Entonces debes reinventarte
y buscar nuevas salidas.
nuevos esfuerzos, nuevos empeños;
Salir de tus rutinas,
llegar a nuevos puertos.
Y si la vida se obstina
en presentar sus obstáculos,
desde tu terreno albero
haz una faena taurina
y torea con gracia y con salero.




Esperanza



Ahora también sé que la esperanza
se puede oler y sentir:
huele a flor de lavanda
y se siente dentro, muy dentro.

¿Y a qué hora llega,
para salir a buscarla?
No tiene hora, ni momento fijo
acude cuando de un soplo
puede cambiar por risas el llanto.
No sabe llorar por que siempre espera,
es eternamente menuda y pequeña.

Tiene una mirada alegre y despreocupada,
sus ojos de niña tierna,
dicen que no importa esperar a mañana.

Y no sólo huele y se siente
¡sino que se ve!, los que la han visto
saben que es verde,
pero su verde no es seco, ni único;
Tiene todos los tonos de verdes que no lo son
y es que con ella ninguna pena es eterna.

Esta tarde, esperanza, te vi.
¡Vine aquí para encontrarte!...
Pensé que no volverías...
¡Pero estabas ahí, con tu olor total,
llenando y alegrando mi alma!


Te ví, y contigo toqué el cielo
y la mano que desde allí te trajo.
Ahora sé, también esperanza,
que tienes altura, y relieve
¡un relieve suave!
que tienes un nombre
pero que no se puede decir,
que tu velocidad es rápida,
tu alcance eterno y tu sonido vibrante,
que tienes claridad de sol,
y que...
¡no quiero que te vayas!

Luna




Pareces estática en tu cielo de nubes
una veces te envuelves en velos de aire
y otras atrevida luces
como una esfera de nácar.
Con tu azul donaire
¿a quien no seduces?
Eres luna variable y coqueta
si quieres muestras tu figura completa
o apareces de perfil
mirando a la vez el cielo y la tierra.

Desde tu luz mortecina
inspiras nostalgia o pena
pero sólo eres amiga de niños, locos y poetas,
y por eso, solo a ellos les abres el alma
y te entregas con intimidad plena.

De los amantes eres testigo
pero no compartes con ellos: nada
¡nunca fueron tus amigos!
convirtieron tu inocente oscuridad,
en aliada de sus desvaríos.

Dijeron de ti los emigrantes
que siempre estabas ahí,
que fuiste con ellos de acá para allá...
¿no demuestra esto tu generosa fidelidad?
Luna brillante,
¡que suerte cada noche
gozar de tu lealtad!
Cuando todos se van...
tu te quedas;
mientras todo se llena de oscuridad...
tu te enciendes;
cuando todos descansan...
¡tu nos velas!
¡Te quedas, te enciendes y velas!

No pareces astro
pareces madre que nunca nos deja.
Con el día te ocultas
más nunca te alejas,
y cada noche vuelves
con tu luz secreta.

Oración



Oración


No es mi esfuerzo, es tu mirada
lo que convierte este rato en oración.
No es mi tensión, es tu amor
lo que cambia en este tiempo mi corazón.

Yo sé que Tú
no me escuchas
lo sabes todo
antes de que te hable.

Conoces mi impotencia,
mi inmensa insuficiencia.
No es lo que te digo
sino lo que te amo.
No es lo que te pido
cuando a tu corazón llamo.
Es lo que me das
y llena mi vacío.

Un brindis al cielo
cada día desde cualquier rincón,
un brindis pequeño
sin copa, ni alcohol;
hecho de vida y de tensión,
hecho de intentos y de error,
hecho de ahoras y de ilusión.

Consolación


“Si un día el dolor llama a tu puerta no se la cierres ni se la atranques: ábresela de par en par, siéntalo en el sitial del huésped escogido, y sobre todo no grites ni te lamentes, porque tus gritos impedirán oír sus palabras, y el dolor siempre tiene algo que decirnos. El dolor siempre trae consigo un mensaje y una revelación”.

Nini Salvaneschi

Vocación



Extendí mi mano
pensando en lanzarla al vacío
y encontré sin esperarlo
tu corazón junto al mío.
Y en el destello invisible de tu cercanía
mi vida se llenó de paz.

No te ví, ni te oí.

Tampoco sentí nada especial
¡Y esa fue tu mayor proeza!
que sin hablarme, ni yo verte
diste a mi vida una certeza total.

El genio



¿Quien es genial?
Su trama es distinta,
sus hilos se cruzan de forma especial.

Su mirada penetra
mucho más allá;
su pensamiento, siempre original,
se sale de lo normal.

Destaca los relieves
su mirada fugaz,
el genio está dentro
pero cuando baila, escribe, habla, pinta o canta
es capaz de remover a todo mortal;
Con el fruto de su labor
despierta  la sensibilidad
por sus venas no corre sangre
sino armonía y verdad;
Difunde la belleza que aspira de la realidad
y cuando no se manifiesta
el genio no duerme
sólo espera su momento.
Su chispa se enciende
en cualquier oportunidad:
salta el nomo o el duende
con pluma, papel, instrumento, voz o pincel.

Contigo, genio
todo se convierte en destello.
Pones el acento en lo desigual.
Forman parte de tu ser las reglas del equilibrio
y sabes dar a todo
un toque que traspasa la normalidad.

Por tu don natural
con asombrosa facilidad
encuentras en lo cotidiano
su faceta más genial.

La erre





Erre que erre tozuda
empecé con pasos cortos la vida
entre risas y rizos
remataron mi nombre con una erre final

Y la infancia pasé contigo
de tantas cosas inicial o final:
romper, reir, soñar, imaginar, leer, pintar...

Con la erre de ir
entre León y Asturias
tantos sitios conocí,
y con esa misma erre pequeña
en una playa me perdí.

Recuerdo esas erres graves:
como la de la comunión primera,
o los años escolares;
o erres duras:
como la de mi quemadura,
o las mismas más discretas:
haciendo al abuelo entrañable, cariñoso y sonriente,
erre traviesa jugando entre sus dedos
con unas redondas monedas.

Me acompañaste erre durante toda mi vida
y se que estás hoy, mañana; antes y después,
y se que volverás al final
y cuando tenga que morir
me acompañarás a un nuevo vivir

Los niños




Si se es niño... se cree que con una moneda
se podrá comprar un ramo de flores;
que si se reza una oración con fuerza,
se acabarán las guerras;
que en cualquier esquina puede aparecer
una bruja o un hada;
que se pueden defender de un enemigo
con su pistola o con su espada.

Una cabeza sin imposibles,
unas palabras, unas manos y una mirada
llena de ideas y de juguetes.
Unos ojos que preguntan,
que descubren y que buscan;
Unos brazos que abrazan,
y que piden abrazos;
Una vida que avanza,
pasito a paso.





Tardes de circo





¿Luz, color, lentejuelas, música?
¿Circo, payasos y risa?
Emociones vividas
con domadores y equilibristas
Un león abre su boca
y el corazón se desboca
¿se comerá al hombre
y lo meterá en su panza?
Una mano pequeña aprieta
a la otra y la sujeta
Los elefantes avanzan
pero la pista no aplastan
La música ensordecedora
deja huellas para después
y para ahora.
Desde una butaca de las filas primeras,
tardes de fiesta en la mente duraderas.